jueves, 19 de junio de 2008

historia xis i io <3 parte I

me cambie el nombre xD

-¿Qué sensación te trae esta clase de lugares?- fue la pregunta que hizo Christian al entrar al ático “abandonado” de su casa junto a Jenny, su mejor amiga.
-No estoy muy segura… son demasiado tétricos, bueno, en este caso, es algo sumamente asqueroso… ¿hace cuanto que no limpias esto?
-No estoy seguro
-Pues yo diría que mínimo desde que te mudaste, ¿estas seguro que necesitas que te ayude a limpiar esto?-dijo mientras levantaba un calcetín sucio.
-Sí, ¿vamos a empezar a ensayar aquí no es cierto? Hay que limpiar, decorar, hacer mantenimiento, matar las ratas…
-¿Ratas?, nunca me dijiste nada sobre ratas…- dijo en un tono nervioso
-Solo es para asustarte, no es en serio,… (Espero)
-Escuche eso.
-Bueno, hay muchas cosas que hacer, ¿porqué no empezamos de una ves?
-De acuerdo
Así fue como empezaron su primer día juntos después de 3 años de haber estado separados, a veces no paraban de verse, se habían extrañado demasiado, Jenny en un país y Christian en otro. Distanciados por el hecho del trabajo de sus padres, pero a los 17 años de Jenny, y los 19 de Christian, se pudieron reunir nuevamente, ya que Christian se había independizado un año antes, y se compro una casa muy acogedora con la pequeña fortuna que le daban de mesada sus padres. Christian, un chico alto de ojos celestes de mirada muy profunda, su cabello era castaño claro, un poco ondulado, de tes blanca, con un par de tatuajes, un chico que siempre diría, claro que solo con su apariencia, soy un rebelde sin causa, ¿te jode?, la verdad era el alma gemela de Jenny, o algo parecido. Jenny era la típica niña mala escondida en un disfraz de niña buena,… bueno la verdad eso no es tan típico ¿cierto?, tenia un par de tatuajes escondidos, una pequeña cruz en su cuello, escondido tras su castaño cabello, sus ojos marrones de mirada intensa, sus labios rosas, algunos la fastidiaban diciéndole que nació negra y que la metieron en un balde de lejía para desteñirla, ya que de alguna manera, tenía los rasgos de una morena, empezando en los labios carnosos, y terminando en su gran trasero, pero aún así era blanca, casi rosada. Hubo un tiempo en el que ellos dos se enamoraron, pero ninguno dijo nada, digamos que ese fue su error, porque ahora solo eran mejores amigos, y tampoco querían ser más por miedo a arruinarlo todo.
-¿Cuándo llegaran los demás?- pregunto Jenny
-¿Qué?
-Me refiero al resto del grupo-dijo mientras miraba con extraña curiosidad y atracción una telaraña de forma muy curiosa con una araña roja y negra de regular tamaño devorando su presa.
-Oh- dijo Christian- no estoy muy seguro, pero si van a venir, no te preocupes- dijo sin voltear a mirarla, ya que estaba entretenido en una caja llena de chucherías.
Jenny cogió un frasco de cristal y metió la araña dentro de el.
-¿Qué te parece esta araña?- preguntó Jenny, pero Christian no respondió, ella ignoro el silencio, y trato de levantar una caja muy pesada para hacer espacio a lo que parecía una ventana.
-Ayúdame- le dijo a Christian, pero él no le hizo caso.
Jenny le lanzó una almohada que lo hizo reaccionar. El volteó y le devolvió el golpe.
-Ayúdame- dijo ella.
-¿A qué?- preguntó él.
-Pues a levantar esta cosa tonto- dijo con una sonrisa en su rostro. Se agachó para alcanzar una caja, y Christian notó el tatuaje, la rosa negra envuelta en espinas que atravesaban un corazón en llamas, pero no dijo nada, solo se agachó para ayudarla, sabía que significaba ese tatuaje, ella se lo dijo una ves, pero no podía recordar muy bien el momento ni la conversación y mucho menos el significado.
-¿Sabías que había un balcón aquí?- preguntó hilarante Jenny
-La verdad no me acuerdo.
-Sabes…, hay que pintar esto, no me gusta el color madera-dijo Jenny en tono burlón.
-Bueno, entonces hay que pintarlo de colores pasteles, ¡que tal un rosa claro!, ¡se vería tan fashion!- dijo Christian en tono burlón, Jenny lo golpeó suavemente en el brazo. Ambos rieron.
-No te hagas el imbesil- dijo Jenny- hay que comprar masilla y pintura.
-Bueeeeno- Soltó una risa leve, miró al fondo y vio un frasco transparente con algo brillante dentro- ¿Qué es eso?- preguntó
-Una araña- respondió vacilante
-¿Porqué querrías tú una araña?
-Porque no querría una
-Porque no te gustan las arañas
-Entonces porque la metí ahí
-Eso es lo que te estoy preguntando
-Me gustaron sus colores- y se volteó
Christian se quedó pensando en como fue que ella tubo el valor de coger uno de los insectos que más odiaba solo porque le gustaron los colores, aunque haciendo memoria, siempre tubo gran fascinación por las arañas, solo que nunca se atrevía a acercarse a ellas. Bueno era una combinación de colores única, negro brillante con un rojo intenso.
-¡Christian!-gritó Jenny- ¿vamos por la masilla y la pintura o no?
-Sí, claro- dijo reaccionando.
Salieron de la casa hacia la tienda.

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