Libertad, belleza, verdad y amor. Es increíble como ni bien termina una película empieza otra. Empieza una película que siempre existió y que nunca nos detuvimos a ver, que nunca percibimos y nunca nos enteramos que estaba ahí. Los testigos de esa película solo somos nosotros, los que la hacemos. ¿Como hacemos una película sin saberlo? ¿Cómo es que nadie lo sabe? ¿Cómo puede ser posible que mi vida sea una película más…? No tiene que ser interesante para ser una película, al final cada uno la hace a su gusto, y hay un pie para cada zapato. El arte se fija en eso, no hay definición para el término “arte”, una mancha puede ser arte para los ojos de una madre, como la monalisa puede ser basura para los ojos de un niño. Cada quien con sus gustos, y cada gusto con su quien…
jueves, 19 de junio de 2008
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